Technology Rain Journal ISSN: 2953-464X
technologyrain.com.ar 3
asalariada que en el conjunto de la población. Por ejemplo, el 95% de los trabajadores ha consumido
alcohol en algún momento, y el 90% lo ha hecho en los últimos doce meses. Además, se estima que el
12% de los trabajadores tienen patrones de consumo que representan un riesgo para la salud. Entre los
bebedores, el 26% ha experimentado problemas asociados al consumo de alcohol, mientras que casi el
7% ha sufrido consecuencias laborales negativas, como accidentes, sanciones, absentismo o despidos
(NSDA, 1993).
Según datos de la OMS, el Ecuador se encuentra en el puesto nueve de América Latina y el
Caribe con mayor consumo de alcohol per cápita, tomando en cuenta el consumo anual de todos los
países y regiones por separado. Esta misma organización manifiesta que Ecuador encabeza la lista con
un consumo per cápita de tres litros de alcohol, esta cifra podría ser una razón clave para entender los
posibles impactos en la salud a largo plazo de los habitantes (OMS, 2015).
Labhart et al. (2017) sostienen que la ingesta de alcohol está vinculada a motivaciones sociales
como la facilidad para socializar, así como a mejoras personales tales como sentirse bien consigo mismo
o afrontamiento de situaciones para olvidar sus problemas, es más probable que el patrón de consumo
tenga características de riesgo y que se experimenten consecuencias negativas como resultado.
El consumo de alcohol está asociado con una amplia gama de problemas de salud, que incluyen
enfermedades infecciosas, cáncer, trastornos endocrinos y metabólicos, enfermedades mentales,
neurológicas, cardiovasculares, digestivas, maternas y perinatales, así como lesiones intencionales y no
intencionales. Se ha observado una relación dosis-respuesta lineal o exponencial en muchos de estos
problemas, como varios tipos de cáncer, enfermedades hepáticas, lesiones y posiblemente conductas
sexuales de riesgo sin protección (Rehm et al., 2012).
La razón detrás del consumo de alcohol es compleja y está determinada por una variedad de
factores, que incluyen aspectos personales, familiares y sociales, como la búsqueda de gratificación
instantánea o la propensión a la evasión y el aturdimiento frente a ciertas circunstancias, estos factores
no laborales son: consumo de alcohol de los padres, en lugares de diversión, malas relaciones, amistades
consumidoras, facilidad de obtenerlas, sentirse tenso, sin confianza, no participación social; existen
además los factores laborales como: trabajos mal remunerados y de alto rendimiento, rutinario y
monótono, insatisfacción laboral, jornadas extenuantes, turnos rotativos, doble presencia, entre otros
aspectos (Navarro & Megías, 1999).