Artículo de Investigación Original
Integración de TIC, Actividades
Lúdicas y Estilos de Aprendizaje en la Enseñanza de la Química Orgánica: Una
Revisión Bibliográfica
Integration of ICT, Playful Activities and Learning
Styles in the Teaching of Organic Chemistry: A Literature Review
Daniela
Caichug Rivera 1,2[0000-0002-9755-1508], Matías Nicolas Pila 1[0000-0001-8425-5876],
Sergio Luis Laurella 1[0000-0003-0252-3940], Danila Ruiz 1,2[0000-0003-3686-1729].
1Centro de Estudios de Compuestos
Orgánicos (CEDECOR). Departamento de Química, Facultad de Ciencias Exactas,
Universidad Nacional de la Plata, C. 115 s/n, B1900 La Plata, Argentina.
2CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), Buenos Aires, Argentina.
{danielarivera, mnpila, sllaurella, druiz} @quimica.unlp.edu.ar
CITA EN APA: Caichug Rivera, D., Pila, M. N., Laurella, S. L., & Ruiz, D. (2025). Integración de
TIC, Actividades Lúdicas y Estilos de Aprendizaje en la Enseñanza de la
Química Orgánica: Una Revisión Bibliográfica. Technology
Rain Journal, 4(1), e62. https://doi.org/10.55204/trj.v4i1.e62 Recibido:
01
de enero 2025 Aceptado:
13
de enero 2025 Publicado: 18 de febrero 2025 Technology Rain Journal ISSN: 2953-464X Los contenidos de este artículo están bajo una licencia de Creative Commons Attribution 4.0
International (CC BY 4.0 ) Los autores conservan los derechos morales y patrimoniales de sus
obras. |
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Resumen:
La Química Orgánica es una
materia fundamental en numerosas carreras universitarias, ya que proporciona
la base para comprender procesos biológicos, analíticos e industriales
relevantes en disciplinas como Química, Bioquímica, Farmacia, Agronomía,
Biotecnología, Ciencia de los Alimentos e Ingeniería, entre otras. En este
estudio, se empleó una metodología de revisión bibliográfica mediante la
consulta de textos científicos, artículos académicos, publicaciones
profesionales y trabajos de tesis publicados en los últimos cinco años en
bases de datos como PubMed, SciELO y Scopus. El
análisis hermenéutico permitió identificar y comparar las diferentes
opiniones de los autores respecto a los estilos de aprendizaje más efectivos
para la enseñanza de la Química Orgánica. Se analizaron similitudes y
diferencias en los enfoques estudiados, con el objetivo de indagar cómo los
estilos de aprendizaje influyen en la efectividad del proceso de
enseñanza-aprendizaje. Los resultados concluyen que los estudiantes de
Química Orgánica logran un aprendizaje más efectivo cuando las estrategias de
enseñanza se alinean con sus estilos de aprendizaje predominantes. Palabras
clave: Química Orgánica,
aprendizaje, estilo aprendizaje, actividades lúdicas, TIC. Abstract: Organic Chemistry is a
fundamental subject in many university courses, as it provides the basis for
understanding biological, analytical and industrial processes relevant to
disciplines such as Chemistry, Biochemistry, Pharmacy, Agronomy,
Biotechnology, Food Science and Engineering, among others. In this study, a
bibliographic review methodology was used through the consultation of
scientific texts, academic articles, professional publications and thesis
works published in the last five years in databases such as PubMed, SciELO and Scopus. The hermeneutic analysis allowed us to
identify and compare the different opinions of the authors regarding the most
effective learning styles for teaching Organic Chemistry. Similarities and
differences in the approaches studied were analyzed, with the aim of
investigating how learning styles influence the effectiveness of the
teaching-learning process. The results conclude that Organic Chemistry
students achieve more effective learning when teaching strategies are aligned
with their predominant learning styles. Keywords: Organic Chemistry,
learning, learning style, playful activities, TIC. |
|
El aprendizaje en
la educación tradicional está basado en recibir y almacenar información. Así
bien depende, en gran medida, de lo que el estudiante escuche del docente y de
la energía que emplee en comprenderlo; se ha comprobado que la retención del
conocimiento adquirido después de 24 h en un estudiante es de 5% para clases
magistrales, 50% para discusión en grupo, 75% para experiencias prácticas y 90%
por enseñar a otros, por tanto, es comprensible que la metodología tradicional
no resulte adecuada para alcanzar un aprendizaje significativo (Sousa, 2002).
En la actual
realidad educativa, además de impartir conocimientos y cumplir con los
contenidos curriculares, resulta fundamental emplear estrategias didácticas que
promuevan el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de aprender a
aprender, tomar decisiones, seleccionar e interpretar información, así como
desarrollar habilidades comunicativas (Muñoz-Osuna et al., 2014).
Actualmente, la
educación muestra una tendencia creciente hacia el constructivismo, la
innovación y el aprendizaje activo, lo que conlleva una transformación de los
roles tradicionales del docente y el estudiante. En este nuevo escenario, y en
línea con las teorías de Piaget sobre el equilibrio cognoscitivo y de Vygotsky
acerca de la zona de desarrollo próximo, se proponen estrategias educativas
centradas en la interacción social, la comunicación y el desarrollo de
habilidades para la resolución de problemas. Estas estrategias buscan fomentar
el desarrollo de competencias a través de metodologías que trascienden los
enfoques tradicionales.
El aprendizaje de
las ciencias, en particular, representa un desafío para los estudiantes, ya que
requiere la comprensión de conceptos abstractos que rara vez son relacionados
con la vida cotidiana y cuya aplicación suele percibirse como lejana.
La Química, como
ciencia que estudia la materia y sus transformaciones, ha colaborado a mejorar
la calidad de vida de la sociedad a través del desarrollo de nuevos materiales
que han contribuido con el avance de campos como la alimentación, la
agricultura, la medicina, el transporte, la cosmetología y muchos más. A pesar
de estas contribuciones, en los últimos años se ha observado cómo un número
significativo de personas califican a esta disciplina como agente contaminante
en frases como “La Química contamina”, “¡Cuidado! Si tiene químicos es malo”,
“El cáncer es culpa de la Química”, entre otras. Sin embargo, el problema no
está en la Química como ciencia sino en la enseñanza y el uso que se da para
beneficiarse de ella (de Jesús Parra, 2011).
En el marco de
las observaciones anteriores, el aprendizaje de la Química Orgánica representa
un proceso complejo, ya que requiere la asimilación de teorías, leyes y hechos
experimentales que forman parte de un cuerpo de conocimiento científico.
Además, este aprendizaje demanda el desarrollo de procesos metacognitivos, como
la autorregulación y el autoaprendizaje, fundamentales para que los estudiantes
tengan control sobre su propio proceso de aprendizaje. Cuando estos procesos no
están desarrollados, los estudiantes suelen experimentar desmotivación, pérdida
de interés por la asignatura y un bajo rendimiento académico (Gallegos, 2017).
En este contexto,
la enseñanza de la Química, particularmente en sus niveles educativos más
altos, enfrenta desafíos significativos. Muchas de las estrategias pedagógicas
empleadas, basadas principalmente en clases expositivas, no logran despertar el
interés de los estudiantes. Esto se debe a que la Química suele percibirse como
una disciplina difícil, centrada en la memorización, monótona y desconectada de
situaciones cotidianas o de la práctica profesional. Por ello, resulta
imprescindible implementar estrategias activas de enseñanza en Química Orgánica
que se enfoquen en el estudiante como sujeto de aprendizaje, promoviendo una participación,
pensamiento crítico, creatividad y motivación en un ambiente dinámico y
enriquecedor (Cevallos, 2017; Gutiérrez, 2018).
En este sentido,
la investigación sobre los estilos de aprendizaje en la enseñanza de la Química
Orgánica busca identificar aspectos clave para afrontar los desafíos actuales
de la educación en ciencias, con el objetivo de contribuir a la construcción de
una cultura científica y tecnológica.
El objetivo de
esta revisión es caracterizar los estilos de aprendizaje aplicados en la
enseñanza de la Química Orgánica a través de un análisis de la literatura
científica reciente. Para ello, se plantearon dos objetivos específicos:
primero, analizar las estrategias empleadas en la enseñanza de la Química
Orgánica, y segundo, identificar los estilos de aprendizaje predominantes que
puedan contribuir al desarrollo de una cultura científica y tecnológica.
Este artículo se
desarrolló mediante una metodología de tipo documental bibliográfica, bajo la
modalidad de revisión de textos científicos. Para ello, se recopilaron
artículos, publicaciones profesionales y tesis publicadas en los últimos cinco
años en fuentes académicas reconocidas, como PubMed, SciELO y Scopus, entre otras. La revisión permitió recolectar
información bibliográfica relevante, destacando las diferentes perspectivas de
los autores sobre los estilos de aprendizaje aplicados a la enseñanza de la
Química Orgánica en Latinoamérica. Asimismo, a través de un análisis
hermenéutico, se identificaron y compararon las similitudes y diferencias entre
los enfoques de los autores, considerando características comunes en sus líneas
de estudio.
Técnicas empleadas
La búsqueda y
localización de la literatura se realizó de manera exhaustiva y con un enfoque
profesional, llevando a cabo una indagación amplia que garantizara la similitud
temática con el objeto de revisión. Una vez localizadas las publicaciones, se
analizaron de forma detallada todas sus partes, clasificando los temas de mayor
impacto para una evaluación más profunda y directa. Posteriormente, se extrajo
la información más relevante y se realizaron las comparaciones necesarias.
En cuanto a los
criterios de exclusión, no se consideraron publicaciones que presentaran
perspectivas opuestas al contenido del presente estudio, carecieran de
coherencia lógica o fundamentación científica, ni aquellas derivadas de fuentes
no investigativas o bases de datos no referenciadas. Es importante destacar que
este artículo no tiene como propósito debatir conceptos, sino analizarlos para
alcanzar los objetivos propuestos.
Por otro lado,
los criterios de inclusión consideraron trabajos que contenían palabras clave
relacionadas con el título de esta revisión, así como publicaciones que, además
de coincidir con los términos de investigación, se encontraran dentro del
intervalo temporal establecido. La búsqueda de información se basó en términos
específicos, restringiendo los resultados de acuerdo con los objetivos
planteados y considerando investigaciones previas publicadas en libros,
revistas digitales y documentos en formato PDF.
En la Tabla 1 se
presentan, de forma detallada, los aspectos considerados para la selección de
los artículos utilizados en esta investigación.
Idioma |
Español |
Periodo |
2019-2024 |
Términos |
Química
Orgánica, aprendizaje, estilo aprendizaje, actividades lúdicas,TIC. |
Recursos |
Google Académico, Scielo y Scopus,
tesis de maestría y doctorado, libros |
Elemento |
Instrumentos didácticos |
Desarrollo |
✔
Revisión exhaustiva
de artículos, tesis, publicaciones que tengan relación con el tema de
revisión. ✔
Análisis de
la información revisada y buscar resultados disponibles. ✔
Recolectar
la información mediante medios o instrumentos didácticos. |
Tabla 1. Metodología
RESULTADOS
A continuación,
se presenta un análisis preliminar que incluye citas de documentos de carácter
institucional y de textos teóricos básicos, relacionados con los estilos de
aprendizaje en la enseñanza de la Química Orgánica en Latinoamérica.
Para estructurar
los resultados, se proponen las siguientes preguntas orientadoras:
●
¿Qué tipos de investigación se han desarrollado
en el tema planteado?
●
¿Cuáles son los estilos de aprendizaje de la
enseñanza de la Química Orgánica?
En relación con
la primera pregunta, la Tabla 2 muestra los tipos de estudios incluidos en la
revisión bibliográfica. Los resultados indican que se revisaron un total de 16
investigaciones, de las cuales 6 corresponden a estudios de metodología
cualitativa, 2 a investigaciones cuantitativas, 5 a estudios con enfoque mixto
y 2 a artículos de revisión bibliográfica.
Tipo de estudio |
|
Cualitativo |
6 |
Cuantitativo |
2 |
Revisión
Bibliográfica |
2 |
Mixto |
5 |
Total |
16 |
Tabla 2. Tipos de estudios de la bibliografía analizada
En la Tabla 3 se
presentan los estudios revisados relacionados con el tema, incluyendo
información sobre sus autores, el tipo de metodología empleada y la población
muestra a la que se dirigió la investigación.
INVESTIGACIÓN |
AUTORES Y AÑO |
TIPO DE ESTUDIO |
RESULTADOS |
Laboratorios virtuales en entorno de aprendizaje de
Química Orgánica, para el bachillerato ecuatoriano |
Arroba Arroba, M. F.,
& Alejandro, S. (2021). |
Cualitativo |
Los resultados apuntaron la implementación de laboratorios virtuales,
herramienta que beneficia en la adquisición de saberes que mediante el
aprovechamiento de los avances tecnológicos promueve la realización de
actividades prácticas, que contribuyen en el refuerzo del conocimiento. |
Simulador virtual PhET
como estrategia metodológica para el aprendizaje de Química |
Carrión-Paredes, F. A., García-Herrera, D. G.,
Erazo-Álvarez, C. A., & Erazo-Álvarez, J. C. (2020). |
Cuantitativo |
Los resultados de la investigación reflejan que el 48.9% de los
encuestados están de acuerdo en participar para usar dicho simulador virtual
en el proceso de enseñanza en Química, además de estar de acuerdo que los
docentes incorporen los simuladores virtuales como nueva estrategia
metodológica. |
El aprendizaje significativo de la química:
condiciones para lograrlo. |
Castillo, A., Marina, R., & González, M. (2019). |
Revisión bibliográfica |
La investigación ofrece analizar las condiciones que promueven el
aprendizaje significativo de la Química. |
Aula virtual como estrategia para el aprendizaje de
la Química orgánica |
Castillo, A., Pérez, M. R., & Mávarez, R. F. (2019). |
Cualitativo |
Los resultados muestran que los estudiantes demostraron interés en
las TIC para comprender los contenidos de la asignatura. Se concluye que el
aula virtual favorece el autoaprendizaje electrónico, incentiva el
aprendizaje y la gestión del conocimiento. |
La enseñanza de la Química en pro del desarrollo
sostenible: una propuesta instruccional para la educación universitaria |
de Jesús Parra, Y. (2019). |
Cualitativo |
Los resultados confirman que no existe incorporación de
experiencias relacionadas con el ámbito social, económico y medio ambiental
en el programa vigente de la asignatura objeto de estudio, los potenciales
usuarios del proyecto poseen una aceptable disponibilidad de las TIC y un
significativo interés en participar en la modalidad de aprendizaje mixto. |
Estrategia de Gamificación para el proceso de
enseñanza aprendizaje de la Química en la Unidad Educativa Intercultural
Bilingüe Manzanapamba |
Freire, N., & Martinez,
L. (2021) |
Cuantitativo |
El resultado fue de gran aporte para la institución que al aplicar se
lo puede hacer en cualquier asignatura en base a los contenidos se puede
cambiar los elementos de la gamificación fomentando la creatividad de los
docentes e incrementando la motivación e interés en los estudiantes por
aprender. |
Influencia del estilo de aprendizaje en el
rendimiento académico de los estudiantes en la asignatura Química Orgánica I. |
Pazmiño Icaza, M. L. (2019). |
Mixto |
En este estudio se realizó un análisis sobre los estilos de
aprendizaje predominantes en esta disciplina, así como el rendimiento
alcanzado por los estudiantes. |
La química orgánica desde una perspectiva lúdica
para la enseñanza en estudiantes de bachillerato. Minerva Journal,
9(10), 87–96. |
Sanchez, F. M., & Cano de Torres, Y. N. (2023). |
Cuantitativo |
El experimento mostró que las actividades lúdicas favorecen el
aprendizaje en un 21,91%, logrando una enseñanza mássignificativa
en los estudiantes. |
Gamificación y enseñanza de la Química Orgánica en
los estudiantes de tercero de bachillerato. |
Solano, S. T. C., & Encalada, S. C. O. (2022). |
Cualitativo |
El resultado fue la aplicación de la gamificación como estrategia de
enseñanza de la Química Orgánica mejorara el interés y el rendimiento de los
estudiantes de tercer año de bachillerato especialidad informática. |
Uso de las TIC en la Enseñanza Aprendizaje de la
Química orgánica. |
Uribe López, M. (2020). |
Cualitativo |
Los resultados obtenidos se tabularon, graficaron y analizaron
teniendo como base el objetivo de la investigación y relacionándolo con los
antecedentes y resultados académicos actuales, determinando la importancia
del uso de las TIC como herramientas fundamentales para las prácticas
pedagógicas. |
Estilos de aprendizajes en la enseñanza de química
inorgánica I. |
Tixi Adriano, E. F. (2023). |
Mixto |
Se concluyó que los estilos de aprendizaje son necesarios, por
adquirir los rasgos cognitivos, afectivos y psicológicos que sirven como
indicadores esenciales para que el alumno perciba interacciones. |
Entorno virtual multimodal para la enseñanza
universitaria de química orgánica: diseño y valoraciones del estudiantado |
Rudi, J. M., & Belbey, A. (2024). |
Mixto |
La valoración del trabajo ha sido muy positiva, destacando la
potencialidad del entorno virtual desarrollado para estimular el aprendizaje
autónomo de los contenidos disciplinares y favorecer el trabajo colaborativo
entre pares. |
El método colaborativo como una alternativa en el
trabajo experimental de Química orgánica. |
Muñoz-Osuna, F. O., Arvayo-Mata,
K. L., & Villegas-Osuna, C. A González-Gutiérrez, F. H. Sosa-Pérez, O. A.
(2019). |
Mixto |
Los resultados revelan de acuerdo con las percepciones de los alumnos
del DCQB, el método colaborativo basado en líderes fue una metodología
eficaz, puesto que favoreció la satisfacción con los resultados obtenidos en
las prácticas de laboratorio y con la dinámica de trabajo en equipo. |
El Rendimiento Académico: Concepto, Investigación y
Desarrollo. |
Edel, R. (2020). |
Revisión bibliográfica |
Este estudio describe una perspectiva en tres vertientes acerca del
fenómeno del rendimiento académico, desde su conceptualización hasta las
experiencias de algunos países iberoamericanos en materia de programas
compensatorios para su desarrollo, incluyéndose dentro del mismo, un marco
referencial sobre diversas investigaciones que han permitido la comprensión
incipiente de esta dimensión educativa. |
Los estilos de aprendizaje y el rendimiento
académico en estudiantes de cuarto semestre de bachillerato. |
Gallegos, E. N. R. (2019) |
Mixto |
Los resultados indican que el rendimiento académico sí está
relacionado con las habilidades y destrezas que promueven los estilos de
aprendizaje, debido a que los participantes con mayor rendimiento académico
tienen preferencias de aprendizaje que coinciden con el perfil de la
asignatura y con las preferencias de enseñanza del profesor. |
Sistema de actividades lúdicas en el proceso de
enseñanza aprendizaje de la química orgánica I: estrategia, para su
implementación en el programa de licenciatura en biología y química de la
Universidad Tecnológica del Chocó |
Gutiérrez, A. (2019). |
Mixto |
Los resultados revelan que los recursos lúdicos inciden positivamente
en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Química Orgánica. |
Tabla 3. Tipos de estudios relacionados
La revisión
bibliográfica de los artículos y publicaciones permitió orientar la
investigación hacia el cumplimiento de los objetivos planteados, proporcionando
información relevante sobre los estilos de aprendizaje en la enseñanza de la
Química Orgánica. Además, se identificaron sus limitaciones y otros aspectos
significativos que resultan útiles para los lectores dentro de la comunidad
científica.
DISCUSIÓN
Según Castillo et
al. (2013), los altos índices de reprobación en la asignatura de Química
Orgánica han llevado a los docentes a implementar todo tipo de estrategias de
enseñanza aprendizaje para mejorar el desempeño de sus estudiantes, pero poco
han recurrido a alinear dichas estrategias con los estilos de aprendizaje.
Identificar el estilo de aprendizaje de los alumnos puede ser un proceso
enriquecedor que permite adaptar las estrategias de enseñanza y optimizar su
experiencia de aprendizaje.
Antes de discutir
los resultados haremos un breve recorrido para llegar a las definiciones sobre
los Estilos de Aprendizaje. En la Tabla 4 se definen las palabras clave que
darán lugar a la definición de estilos de aprendizaje.
Estilo |
Modo, manera, forma, uso, práctica, costumbre, moda, manera de escribir o de hablar, no por lo que respecta a las cualidades esenciales y permanentes del lenguaje. |
Aprendizaje |
Acción de aprender algún arte u oficio. |
Aprender |
Adquirir el conocimiento de alguna cosa por medio del estudio o de la experiencia. |
Tabla 4: Definición de las palabras principales del tema.
Fuente: Estilos De Aprendizaje (Woolfolk, 2000)
Estilos de aprendizaje
La noción de
estilos de aprendizaje, también conocidos como estilos cognitivos para algunos
autores, tiene sus raíces etimológicas en el ámbito de la psicología. Este
concepto comenzó a utilizarse en la bibliografía especializada durante los años
50 del siglo pasado, introducido por los denominados psicólogos cognitivistas
para identificar los patrones cognitivos que una persona emplea (memoria,
juicio, percepción y atención) al adquirir conocimientos. Con el tiempo, el
término estilo cognitivo (o cognoscitivo) fue progresivamente reemplazado por
estilo de aprendizaje, aunque actualmente sigue existiendo debate en torno a
cuál de las expresiones es más adecuada (Lozano-Rodríguez, 2008).
En el trabajo de Gallegos (2019) se citan diversas definiciones relevantes:
●
Hunt (1979): aborda los estilos de aprendizaje desde un
enfoque cognitivo y los define como la estructura conceptual que una persona
necesita para aprender.
●
Schmeck (1982): señala que los estilos de
aprendizaje se alinean con el estilo cognitivo predominante durante el proceso
de aprendizaje.
●
Dunn, Dunn y Price (1979): establecen que los estilos de
aprendizaje corresponden a la forma en que los estímulos sociológicos,
ambientales, emocionales, cognitivos y físicos interfieren en la absorción y
retención del conocimiento.
●
Riechmann y Gregorc
(1979): consideran el comportamiento y las actitudes manifestadas durante el
proceso instruccional.
●
Kolb (1984): enfatiza en los estilos de aprendizaje como la
capacidad de aprender a partir de la experiencia, indicando que mientras más
estilos de aprendizaje domine un sujeto, mayor será su nivel de aprovechamiento
y retención.
●
Smith (1988): pone énfasis en las habilidades del sujeto para
procesar la información.
Estas
definiciones han evolucionado hacia perspectivas más actuales que resaltan las
características afectivas, fisiológicas y cognitivas de un individuo y que
determinan cómo adquiere y procesa información en distintos entornos de
aprendizaje. Asimismo, se destacan las estrategias y métodos preferidos por los
individuos, así como sus disposiciones y preferencias al participar en
actividades formativas (Huertas & Garcés, 2011).
Una definición
comprehensiva que integra diversos elementos discutidos es la propuesta por
García Cué (2006), quien afirma: “Son los rasgos
cognitivos, afectivos, psicológicos, de preferencias por el uso de los
sentidos, ambiente, cultura, psicología, comodidad, desarrollo y personalidad
que sirven como indicadores relativamente estables de cómo las personas
perciben, interrelacionan y responden a sus ambientes de aprendizaje y a sus
propios métodos y estrategias en su forma de aprender.”
Modelos de estilos de aprendizaje
Diversos modelos
teóricos han sido desarrollados para abordar el estudio de los estilos de
aprendizaje desde distintas perspectivas. Entre los más destacados se
encuentran (Gallegos,
2017):
✔
Modelo de Fleming y Mills (1992), basado en las preferencias
sensoriales (visual, auditivo, kinestésico y lectura/escritura), del cual surge
el inventario VARK.
✔
Modelo de Dunn y Dunn (1978), sustentado en cómo
los factores procedentes de estímulos básicos (ambientales, emocionales,
sociológicos, fisiológicos y psicológicos) influyen la habilidad de una persona
para absorber y retener información, valores, hechos y conceptos. Condujo al Inventario de Estilos de
Aprendizaje (LSI, Learning Styles
Inventory), que fue varias veces modificado, y al
Inventario de Preferencias Ambientales de Productividad (PEPS, Productivity Environmental Preference Survey.
✔
Myers-Briggs (1980), enfocado en las
preferencias de personalidad con el fin de determinar la forma en que se
percibe y utiliza la información, del cual deriva el instrumento Myers-Briggs Type Indicator, utilizado frecuentemente en contextos
empresariales.
✔
Felder y Silverman (1988), proponen que el estilo
de aprendizaje de cada individuo tiene cuatro dimensiones relacionadas con las
preferencias de aprendizaje, estas son; el tipo de información que se prefiere
percibir (sensitivos / intuitivos), el canal sensorial más eficaz para percibir
la información (visuales / verbales), la forma como se procesa la información
(activos / reflexivos) y la forma como se progresa al conocimiento
(secuenciales / globales). Para procesar la información recopilada, el
modelo se estructura a modo de encuesta en el denominado o Índice de Estilos de
Aprendizaje (ILS, Index of Learning Styles).
Numerosas fuentes bibliográficas señalan la existencia de una
amplia diversidad de teorías sobre los estilos de aprendizaje, las cuales han
surgido como respuesta a las dificultades identificadas en diversos escenarios
educativos. Además, se encuentran teorías fundamentadas en aspectos
relacionados con la percepción y el procesamiento de la información, lo que
amplía el entendimiento sobre las dinámicas del aprendizaje.
En base a lo
expuesto, se puede afirmar que cada persona emplea un estilo de aprendizaje
propio para adquirir conocimientos. Aunque las estrategias varían según el
contenido que se desea aprender y comprender, cada individuo tiende a
desarrollar preferencias específicas.
Los estudiantes
asimilan los conocimientos a su manera, adaptándose a los diferentes estilos de
aprendizaje. Sin embargo, el propósito de la educación no es solo ayudar a
quienes comprenden fácilmente, sino también brindar herramientas efectivas a
aquellos que enfrentan dificultades para aprender. Esto implica reconocer que
algunos estudiantes pueden tener problemas para captar el contenido enseñado y
que, por ende, se requiere el diseño de estrategias didácticas que sean
inclusivas y funcionales para la mayoría.
Considerar los
estilos de aprendizaje como punto de partida para desarrollar procesos
educativos adaptativos y personalizados permite analizar diversas variables que
faciliten al estudiante identificar una ruta óptima para su propio proceso de
aprendizaje y evaluación. Es fundamental conocer cuál de los estilos de
aprendizaje predomina en cada individuo, tanto para el beneficio de los
estudiantes como para los docentes. En la Tabla 5 se exponen los cuatro estilos
de aprendizaje principales.
ACTIVOS |
Los estudiantes
que prefieren el estilo de aprendizaje activo disfrutan de nuevas
experiencias, no son escépticos y poseen una mente abierta. No les importa
aprender una tarea nueva ya que no evitan los retos a pesar de que eso pueda
comprometer la idea que tienen de sí mismos de sus capacidades. |
REFLEXIVOS |
Los individuos
con preferencia por el estilo de aprendizaje reflexivo observan las
experiencias desde distintos ángulos. También analizan datos, pero no sin
antes haber reflexionado con determinación. Son prudentes y no se apresuran a
la hora de extraer conclusiones de sus vivencias, por lo cual pueden llegar a
parecer dubitativos |
TEORICOS |
Suelen tener
una personalidad perfeccionista. También son analíticos, pero les gusta
sintetizar y buscan integrar los hechos en teorías coherentes, sin dejar
cabos sueltos y preguntas sin responder, son racionales y procuran permanecer
objetivos, ante todo. |
PRAGMATICOS |
Son más bien prácticos y necesitan
comprobar sus ideas. Son realistas a la hora de tomar decisiones y resolver
una cuestión. Orientan su aprendizaje hacia la necesidad de dar respuestas a
problemas concretos. |
Tabla 5: Principales
Estilos de Aprendizaje. Fuente: (Tixi Adriano, 2023)
Rendimiento académico
Uno de los
factores más importantes en el proceso de aprendizaje es el rendimiento
académico, entendido como el dominio de conocimientos que posee un estudiante
respecto a una asignatura, dependiendo de su nivel escolar y edad. Este
concepto está íntimamente ligado a la evaluación (Jiménez, 2000). En este
sentido, Figueroa (2004) define el rendimiento académico como un producto
cuantificable, derivado de la adquisición de conocimientos, que determina el
éxito o fracaso escolar (Gallegos, 2017).
Edel (2003)
conceptualiza el rendimiento académico como un conjunto de elementos cognitivos
que el estudiante posee y que reflejan su desempeño escolar, mostrando los
resultados de un proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, subraya que esta
dimensión educativa puede evaluarse tanto de manera cuantitativa (mediante
calificaciones) como cualitativa, considerando la adquisición de habilidades,
actitudes y competencias. De acuerdo con Edel, los términos desempeño
académico, rendimiento escolar, desempeño y aptitud escolares son esencialmente
sinónimos.
Atendiendo a lo
anterior, Tonconi Quispe (2010) señala que el
rendimiento académico está más estrechamente relacionado con el nivel de
aprendizaje alcanzado que con la simple adquisición de conocimientos o la
obtención de una calificación. Además, destaca que el rendimiento depende en gran
medida del esfuerzo y el trabajo del estudiante. Por su parte, Pérez (2007) lo
define como un indicador del aprendizaje que se fundamenta en la actividad
conjunta entre alumno y profesor.
Existen múltiples
variables que afectan al rendimiento académico, tanto positiva como
negativamente. Entre los factores que intervienen de manera favorable se
encuentran:
●
Métodos de enseñanza activos.
●
Material didáctico atractivo.
●
Formación adecuada del docente en el área disciplinar.
●
Infraestructura básica de la institución.
●
Autorregulación y esfuerzo del estudiante.
Por otro lado,
algunos factores que influyen negativamente son:
●
Ausentismo de los profesores.
●
Repetición del año escolar.
●
Ser el estudiante de mayor edad dentro del grupo.
●
Lejanía entre la residencia del estudiante y la institución
educativa.
Cuando se busca
mejorar el rendimiento académico, además de las variables mencionadas, es
esencial considerar factores internos propios del estudiante, tales como:
●
Etapa de desarrollo cognitivo.
●
Habilidades de pensamiento.
●
Preferencias hacia ciertas formas de estudio.
En este contexto,
los estilos de aprendizaje desempeñan un papel central. Adaptar las estrategias
educativas a las preferencias y características individuales de los alumnos
puede potenciar significativamente su rendimiento académico.
Diversos
investigadores coinciden en que el rendimiento académico implica no solo la
adquisición de conocimientos, sino también la práctica de habilidades y
capacidades dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Un rendimiento
académico óptimo no solo promueve el aprendizaje significativo, sino que
también fomenta el uso adecuado y efectivo de los estilos de aprendizaje,
consolidando el desarrollo integral del estudiante.
Las actividades
lúdicas son una excelente forma de enseñar de manera divertida y entretenida.
Estos juegos permiten que los estudiantes interactúen entre sí mientras
aprenden. Estas actividades pueden ser usados para enseñar una variedad de
temas, tales como lenguaje, matemáticas, ciencias, historia, entre otros.
Además, ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades cognitivas y sociales.
Estos juegos también pueden ser utilizados como una herramienta para mejorar el
comportamiento de los estudiantes, ya que les pueden ayudar a desarrollar
habilidades de trabajo en equipo, la coordinación, la comunicación y la
creatividad.
Se afirma por
algunos autores que, los juegos son una forma divertida de aprender los
conceptos básicos de un tema, además también ayudan a los estudiantes a
desarrollar habilidades de pensamiento crítico, a mejorar su comprensión y a
tener una mejor memoria. Las actividades lúdicas pueden ser usados para enseñar
a los estudiantes diferentes maneras de solucionar problemas, ayudando a los
estudiantes a pensar de manera creativa y a desarrollar habilidades de
liderazgo. De esta manera puede decirse que los juegos son una excelente
herramienta para enseñar de forma divertida y entretenida. La aplicación de
juegos en la enseñanza permite que los estudiantes interactúen entre sí
mientras aprenden y desarrollan habilidades cognitivas, sociales y de
pensamiento crítico A pesar de que son muy eficientes en la enseñanza para
niños, estudios previos han demostrado que también son muy útiles en la
enseñanza en jóvenes y adultos (Tovar A. & Cadena L., 2021; Mendoza et al.,
2016).
Estos juegos
representan una estrategia didáctica divertida y efectiva para la enseñanza de
la Química, que puede facilitar el desarrollo de habilidades fundamentales como
el razonamiento lógico, la resolución de problemas y la comprensión de
conceptos básicos en esta disciplina. Sánchez & Cano de Torres (2023)
mencionan que entre las actividades lúdicas más utilizadas en la
enseñanza de la Química se encuentran juegos de
memoria, juegos de tablero, juegos de cartas, rompecabezas y juegos de
simulación. A través del juego, los estudiantes diseñan y construyen procesos
químicos (como el funcionamiento de una planta química, por ejemplo),
fortaleciendo su comprensión práctica y aplicada. Estos juegos ayudan a
los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, lógica y
solución de problemas. Además, son actividades divertidas que ayudan a mantener
el interés de los estudiantes en la clase.
Se considera que
la lúdica en la enseñanza de la Química Orgánica, puede ser una herramienta
útil para el fortalecimiento de las habilidades sociales, el trabajo en equipo,
el liderazgo, la motivación en el aula y la integración del docente al
aprendizaje.
La gamificación para la enseñanza de Química Orgánica
La enseñanza de
la Química Orgánica representa un desafío global para los sistemas educativos
debido a la complejidad inherente a esta disciplina. Ante estas dificultades,
se han propuesto enfoques innovadores, como la gamificación y el uso de
tecnologías digitales, para facilitar el aprendizaje y generar mayor interés en
los estudiantes. Estos enfoques buscan superar las dificultades que enfrentan
los estudiantes, que suelen variar según factores psicológicos y sociales
vinculados al entorno educativo proporcionado por docentes, familias y pares.
Originalmente
concebida para el ámbito empresarial, la gamificación se adoptó en la educación
para mejorar los resultados mediante actividades lúdicas que fomentan la
consolidación del conocimiento. Las actividades incluyen juegos, rompecabezas y
resolución de problemas, promoviendo habilidades como la expresión oral y el
razonamiento (Molina-García et al., 2021).
Las actividades
de gamificación pueden dividirse en dos grandes categorías: las que no
requieren soporte tecnológico, como juegos de preguntas y trivias, y las que
integran medios digitales, como Kahoot, Genially y Quizizz. Estas últimas
tienen la ventaja de incorporar elementos multimedia que capturan la atención
del estudiante y aumentan su motivación. Estas herramientas favorecen el
aprendizaje significativo al integrar conceptos teóricos y habilidades
prácticas (de Soto García, 2018).
Rodríguez y
Avendaño (2018) destacan que el entretenimiento, la diversión y la innovación
son esenciales para establecer la motivación en el aprendizaje mediante la
gamificación. Las tecnologías digitales atraen la atención de los estudiantes y
potencian la adquisición de competencias. La gamificación integra elementos
motivacionales como la exploración, la personalización, el progreso y la
diversión, promoviendo un aprendizaje significativo y activo (López Simó &
Domènech-Casal, 2018).
Freire Bayas
(2021) diseñó una estrategia de gamificación para perfeccionar el proceso de
enseñanza - aprendizaje de la Química tendiente a contribuir al incremento del
rendimiento académico en el primer año de bachillerato. Su adaptabilidad
permite su implementación en diferentes asignaturas y contenidos.
Tamayo (2022)
enfatiza que el uso de herramientas como Kahoot debe
adaptarse al contexto de cada aula, y su eficacia depende de la planificación
docente.
Solano y Encalada
(2022) destacan aspectos clave de la gamificación: promueve el aprendizaje
autónomo, genera una constante retroalimentación y una vinculación activa con
las tareas, además de fomentar la motivación por aprender.
Se considera
acertado señalar que la gamificación, como estrategia de enseñanza aprendizaje,
es uno de los recursos virtuales que permite generar clases activas y a su vez
lograr un aprendizaje significativo en Química Orgánica (Uribe López, 2020).
Santillán-Lima et
al. (2021) diseñaron una encuesta de estilo de aprendizaje basada en el modelo
PNL (Programación Neurolingüística) y la aplicaron a 79 estudiantes de la
carrera de Ingeniería en Tecnologías de la Información de una Escuela Superior
ecuatoriana evidenciando que no existe una mayoría absoluta por un estilo de
aprendizaje, sino varios que coexisten sin una marcada diferencia de
porcentajes.
El uso de
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la Química Orgánica
también ha evolucionado, permitiendo diseñar materiales educativos innovadores.
Aunque las TIC no garantizan por sí solas una mejora educativa, su integración
adecuada puede enriquecer la interacción docente-estudiante y facilitar la
construcción de conocimientos (Lorenzo, 2022).
Cruz Pérez et al.
(2018) señalan que las TIC crean ambientes de aprendizaje eficaces,
desarrollando destrezas y competencias mediante actividades interactivas y
automatizadas.
Según Pazmiño
Icaza (2019), el insuficiente uso de la tecnología en la educación y la escasa
aplicación de las herramientas innovadoras son causas que influyen en el bajo
nivel de aprendizaje, generando conflictos en los procedimientos contextuales,
actitudinales, y en la práctica de valores.
Díaz (2020)
subraya la importancia de las TIC en la producción, interacción y comunicación
de información, destacando los laboratorios virtuales como herramientas
esenciales para la Química Orgánica. Estos laboratorios permiten simular
experimentos con alta aproximación a la realidad, promoviendo la reflexión y el
aprendizaje significativo (Arroba Arroba &
Alejandro, 2021).
Yánez (2018) y
Carrión-Paredes et al. (2020) analizaron el impacto de plataformas como PhET (Physics Education
Technology), destacando su versatilidad,
disponibilidad multilingüe (incluyendo el español) y capacidad para mejorar el
rendimiento académico mediante simulaciones de prácticas de laboratorio.
Investigaciones
recientes respaldan la efectividad de la gamificación en Química Orgánica.
Mosquera y Perea (2020) demostraron que los juegos educativos mejoran
significativamente el proceso de enseñanza-aprendizaje. Domínguez (2015)
destacó que las estrategias didácticas basadas en aplicaciones prácticas
aumentan el interés y la participación estudiantil, además de fomentar
proyectos con impacto ambiental y social.
Finalmente, Rudi
y Belbey (2024) evaluaron entornos virtuales de
aprendizaje en Química Orgánica, concluyendo que estos estimulan el aprendizaje
autónomo y el trabajo colaborativo. Estas investigaciones refuerzan la
relevancia de las herramientas digitales y la gamificación como estrategias
clave para abordar los desafíos en la enseñanza de Química Orgánica,
promoviendo una educación más participativa, motivadora y efectiva.
Resultados más relevantes de investigaciones
relacionadas con la temática estudiada.
Mosquera &
Perea (2020) realizaron una investigación donde el objetivo fue diseñar,
elaborar, implementar y evaluar juegos educativos, utilizados como herramienta
de apoyo en el proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura de Química
Orgánica I en el programa académico de Licenciatura en Biología y Química de la
Universidad Tecnológica del Chocó (Ecuador). Los resultados revelaron que los
juegos educativos inciden positivamente en el proceso de enseñanza aprendizaje
de la Química orgánica. Estos resultados se obtuvieron mediante la aplicación
de la estadística descriptiva y las pruebas paramétricas o no paramétricas.
Gallegos (2017)
en su estudio presentaron la siguiente interrogante “¿Cómo se puede mejorar el
aprovechamiento académico en Química de los estudiantes de bachillerato de
acuerdo con sus estilos de aprendizaje según la teoría de Alonso, Gallego y Honey?” Los resultados
indicaron que el rendimiento académico sí está relacionado con las habilidades
y destrezas que promueven los estilos de aprendizaje, debido a que los
participantes con mayor rendimiento académico tienen preferencias de
aprendizaje que coinciden con el perfil de la asignatura y con las preferencias
de enseñanza del profesor.
De Jesús Parra
(2011) llevó a cabo un estudio que tuvo como finalidad promover aprendizajes
orientados al desarrollo sostenible en la Escuela de Educación de la
Universidad del Zulia (Venezuela) proponiendo la Educación Virtual como una
alternativa para promover nuevos escenarios de aprendizajes mediados por las
TIC. Los hallazgos confirmaron que las TIC ofrecen diversos recursos educativos
electrónicos e interactivos adaptables a los temas propios de la Química
Orgánica, razón por la cual se propone que todas las unidades temáticas pueden
ser administradas en línea según el carácter teórico, experimental y de
abstracción de los contenidos, siendo el docente el encargado de seleccionar la
mejor combinación de estrategias que se ajuste a los objetivos y requerimientos
de cada actividad de aprendizaje.
Los entornos
virtuales de aprendizaje se han constituido como una herramienta necesaria para
el desarrollo de la enseñanza híbrida de los tiempos actuales. Rudi & Belbey (2024) realizaron una investigación donde describen
el rediseño del espacio virtual de la asignatura Química Orgánica utilizado en
diferentes carreras de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina).
Incluyeron hojas de ruta, que sirven como guías de estudio, y combinaron el uso
de materiales educativos transmediales, actividades
integradoras y cuestionarios de autoevaluación de aprendizajes.
Por otra parte,
evaluaron el impacto de la propuesta mediante el análisis de las respuestas
obtenidas en un cuestionario realizado al alumnado usuario del espacio virtual.
La valoración del trabajo fue positiva, destacando la potencialidad del entorno
virtual desarrollado para estimular el aprendizaje autónomo de los contenidos disciplinares
y favorecer el trabajo colaborativo entre pares.
Castillo, et al.
(2017), se plantearon como objetivo describir la experiencia de aplicar el aula
virtual como estrategia para el aprendizaje de la Química Orgánica en la
Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia (Venezuela).
Los estudiantes demostraron interés en las TIC para comprender los contenidos
de la asignatura. Se concluyó que el aula virtual favorece el autoaprendizaje
electrónico, incentiva el aprendizaje y la gestión del conocimiento.
CONCLUSIONES
Los estilos de
aprendizaje representan una herramienta fundamental para delimitar las áreas de
enseñanza y sus posibles aplicaciones en contextos educativos diversos. Su
comprensión y aplicación en el ámbito académico no solo permiten adaptar las
metodologías de enseñanza a las necesidades individuales de los estudiantes,
sino que también constituyen un campo susceptible de constante mejora e
innovación.
En particular,
cuando los alumnos son instruidos siguiendo estrategias alineadas con su estilo
de aprendizaje predominante, se observa una mejora significativa en la
efectividad de su proceso de aprendizaje. Esto es especialmente evidente en
asignaturas como Química Orgánica, donde la complejidad de los contenidos
requiere enfoques pedagógicos personalizados que maximicen la comprensión y el
rendimiento académico. Por lo tanto, integrar modelos de aprendizaje adaptados
a los estilos predominantes de los estudiantes no solo fomenta un aprendizaje
más efectivo, sino que también impulsa su motivación y desarrollo integral.
D. Caichug Rivera es becaria doctoral
del CONICET. M. Pila y S. Laurella son docentes de la
Facultad de Ciencias Exactas (UNLP). D. Ruiz es docente de la Facultad de
Ciencias Exactas (UNLP) y miembro de la Carrera del Investigador Científico y
Tecnológico del CONICET. Los autores agradecen a estas instituciones el
constante apoyo recibido para realizar su trabajo.
Los Autores
declaran que no existen conflictos de intereses
En concordancia con la taxonomía establecida internacionalmente
para la asignación de créditos a autores de artículos científicos
(https://credit.niso.org/). Los autores declaran sus contribuciones en la
siguiente matriz:
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Caichug D. |
Pila
M. |
Laurella S. |
Ruiz
D.. |
Participar activamente en: |
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Conceptualización |
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Análisis formal |
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Adquisición de fondos |
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Investigación |
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Metodología |
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Administración del proyecto |
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Recursos |
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Redacción –borrador original |
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Redacción –revisión y edición |
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La discusión de los
resultados |
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X |
X |
Revisión y aprobación de
la versión final del trabajo. |
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X |
X |
X |
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